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A alguna gente se le enseña que no solamente está bien adorar a María, la madre de Jesús, también se le enseña que es correcto rendirle culto. Pero, ¿qué dice la palabra de Dios sobre tal enseñanza?

La escritura de Lucas 11:27-28 dice, "Mientras él (Jesús) decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo (a Jesús): Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él (Jesús) dijo: ANTES bienaventurado los que oyen la palabra de Dios, y la guardan."

Vemos que el Señor Jesús no apoyó a la mujer que le dijo, "bienaventurado el vientre que te trajo y los senos que mamaste".

En lugar de ello, Cristo nos recordó que el bienaventurado es el que oye su palabra.

Esto nos dice claramente que la palabra de Dios está por encima de las palabras de los hombres que adoran a María, la madre de Jesús.

Si debemos tener cuidado al decir cosas como, "bienaventurado el vientre que trajo a Cristo y los senos que él mamó", ¿tiene sentido pensar que es correcto venerarle a María, es decir participar de la maria idolatría?

La escritura de Lucas 1:42 nos enseña que es cierto que a María, la madre de Jesús, se le decía "bendita tú entre las mujeres".

¿Por qué razón entonces desvió Cristo la atención de María hacia la palabra de Dios tras las palabras de la mujer que exclamó, "bienaventurado el vientre que te trajo y los senos que mamaste"?

Porque no hay salvación en María, la madre de Jesús, sino la salvación está en el hijo primogénito de ella, Cristo.

Las escrituras nos dicen con mucha claridad que concentremos nuestra atención en la necesidad de enfocarnos en el Hijo de Dios, y no en la mujer a quien Dios escogió para darle a luz.

Intentar hacer que la gente se enfoque en algo o alguien que no sea el Salvador Mismo no es de Dios.

¿Quién fue levantado por la salvación del mundo? No fue María, la madre de Jesús.

No fue San Pedro. No fue el apóstol Pablo, ni nadie más.

El Hijo de Dios es el que fue literalmente levantado en el momento de ser crucificado. Por lo tanto, es él a quien debemos levantar si esperamos llegar a conocerle y ganar almas para él. Jesús dijo, "...Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy..." (San Juan 8:28).

Venerar a María, la madre de Jesús, en lugar del Señor Jesús Mismo imposibilita levantar al Salvador, deber de todo creyente verdadero. Quienes verdaderamente quieren tener una relación con Cristo huyan de la maria idolatría.